Sistemas de Detección de Monóxido

El monóxido de carbono se produce por la combustión deficiente de sustancias como gas, gasolina, queroseno, carbón, petróleo, tabaco o madera. El mal funcionamiento de chimeneas, calderas, estufas también pueden producirlo, así como los vehículos detenidos con el motor encendido.

La respiración del mismo conlleva la rápida pérdida de conocimiento y la parálisis respiratoria.

Un sistema de detección de monóxido consiste en un sensor que se ocupa de tomar lecturas constantes de la concentración de monóxido de carbono en el ambiente. Si se da una concentración elevada una alarma sonora nos informará automáticamente.

Pueden ser independientes o combinados con centrales de intrusión y detección de incendios.

  • VIVIENDAS: El detector de monóxido, indicado para este caso consiste en un detector autónomo que puede instalarse en cualquier habitáculo, alimentado con baterías o conectado a la red eléctrica habitación.
  • GARAJES O INDUSTRIAS: El sistema consta de una central con una serie de sensores y motores de extracción. Los sensores realizan la lectura del ambiente y se comunican en todo momento con la central para indicar el nivel de concentración. El motor se activa en caso de altas dosis para ventilar y expulsarlo.
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